Las ranas y el buey

Resumen

El relato trata sobre una rana anciana que descubre que su hijo fue aplastado por un buey mientras este bebía agua de un estanque. Al enterarse, la rana vieja intenta imaginar el tamaño del 'monstruo' preguntando a sus otros hijos si era tan grande como lo que ella puede inflarse. Sin embargo, cada vez que lo intenta, los hijos le aseguran que el buey era mucho más grande, lo que lleva a la rana a hincharse excesivamente. Finalmente, en su intento por compararse, la rana se infla tanto que se revienta. Esta historia transmite una lección sobre los peligros de la vanidad y el orgullo desmedido.

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Un buey bajó a beber a un estanque de cañas. Al chapotear fuertemente en el agua, aplastó en el barro a una joven rana. La rana anciana pronto echó de menos al pequeño y preguntó a sus hermanos qué había sido de él.

“Un gran monstruo”, dijo uno de ellos, “¡pisó a mi hermanito con uno de sus enormes pies!”.

“¡Era grande!”, dijo la vieja Rana, hinchándose. “¿Era tan grande como esto?”

“¡Oh, mucho más grande!”, gritaron.

La Rana se hinchó aún más.

“No podía ser más grande que esto”, dijo. Pero todas las ranitas declararon que el monstruo era mucho, mucho más grande y la rana anciana siguió hinchándose más y más hasta que, de repente, se reventó.