El burro que lleva la imagen

Resumen

La historia presenta una lección sobre la vanidad y la humildad a través de la figura de un asno que transporta una imagen sagrada al templo. Engalanado con guirnaldas, el asno se ve en medio de una procesión religiosa y, al observar que la gente muestra reverencias, él asume equivocadamente que estos honores son para él. Engreído por esta percepción errónea, se detiene y comienza a rebuznar, llenándose de orgullo. Sin embargo, es rápidamente corregido por su conductor, quien lo golpea y le explica que el honor no es para él, sino para la imagen venerada que lleva sobre su lomo. La historia subraya que el asno, al no entender que su papel es simplemente ser el portador de algo sagrado, encarna una advertencia sobre los peligros de la arrogancia y el malentendido del propio valor.

Leer en línea

Una imagen sagrada estaba siendo llevada al templo. Iba montada sobre un asno adornado con guirnaldas y vistosos arreos, y una gran procesión de sacerdotes y pajes la seguía por las calles. Mientras el asno caminaba, la gente inclinaba la cabeza con reverencia o caía de rodillas, y el asno pensaba que el honor se le rendía a él.

Con la cabeza llena de esta idea tonta, se llenó tanto de orgullo y vanidad que se detuvo y comenzó a rebuznar en voz alta. Pero en medio de su canto, su conductor adivinó lo que al asno se le había metido en la cabeza y comenzó a golpearlo sin piedad con un palo.

«Ve contigo mismo, asno estúpido», gritó. «El honor no es para ti sino para la imagen que llevas».